Guatemala, 28 de enero de 2025. La delegación de Guatemala ante las Naciones Unidas participó en la sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, celebrada hoy, en la que expresó su preocupación por el agravamiento de la situación en la República Democrática del Congo e hizo un llamado urgente a las partes al diálogo y cese de hostilidades, y al respeto del derecho internacional humanitario.

Durante la sesión, los Estados miembros de la organización recibieron un informe de la Representante Especial Adjunta para Protección y Operaciones de la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO, por sus siglas en francés), Vivian van de Perre.

En su intervención, la delegación de Guatemala condenó, en los términos más enérgicos, la ofensiva lanzada por el Movimiento 23 de Marzo (M23) de las últimas semanas, su expansión a las provincias de Kivu del Sur y Kivu del Norte y la toma de la ciudad de Goma, que provocaron que dos soldados integrantes del contingente nacional resultaran heridos.

Como país contribuyente de tropas, Guatemala reiteró su apoyo inquebrantable a los esfuerzos de paz en curso y a los procesos de paz de Luanda y Nairobi, dirigidos a reducir las tensiones en la República Democrática del Congo; y expresó sus condolencias a Uruguay, Sudáfrica y Malaui por la muerte de soldados desplegados en la misión de paz.

Asimismo, se reafirmó el apoyo al mandato de la MONUSCO de proteger a los civiles y se manifestó preocupación por las acciones de los grupos armados que ponen en peligro la seguridad de los cascos azules de las Naciones Unidas y el personal civil. La protección y seguridad inmediata deben ser garantizadas, así como la provisión de los suministros necesarios para el desempeño de su mandato.

Guatemala expresó que los ataques contra cascos azules de Naciones Unidas pueden constituir crímenes de guerra conforme al derecho internacional, en particular teniendo en cuenta que la misión prioritaria cumplida por el contingente nacional es la protección de civiles ante peligro inminente de violencia física, la cual es cumplida de manera efectiva e imparcial.

De igual manera, se exhortó a todos los actores a que respeten la soberanía y la integridad territorial de la República Democrática del Congo y pongan fin a todas las formas de apoyo a los grupos armados, ya sean congoleños o extranjeros.